"La dificultad no debe ser un motivo para desistir sino un estímulo para continuar"

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Búscame 23º

Hola, querida amiga de la Barra Lira: ¿Dónde estoy? 1ª Esperé y esperé a mi amo, a mi querido profesor, durante doce años, en la estación en la que hoy se levanta mi estatua de bronce, pero él nunca llegó... En fin, con estos datos tendrás que llegar a mí... Te espero como muchos se esperan junto a mí en mi ciudad, pues todos quedan aquí... 2ª Esta semana, amigos viatores, voy a contaros mi historia. Veréis, nací en Odate el 10 de noviembre de 1923 y fallecí el 8 de marzo de 1934 en Shibuya. Según decían, cuando estaba vivo, mi raza era akita, y fui recordado por esperar a mi amo, como ya sabéis, el profesor Hidesaburo Ueno, en la estación de Shibuya, incluso lo esperé varios años después de su muerte... Bien, continuará, de momento hasta mí, han llegado Mayen, Luis María, Graciela Marta, Fernando y Santi... Pero espero que te enamores de mi historia y vengas a conocerme... 3ª Voy a ser más preciso... Nací en una granja cerca de la ciudad de Odate, en la preceptura de Akita. A principios de 1924, fui encontrado por Haidesaburo Ueno, profesor del Departamento de Agricultura en la Universidad de Tokio, a raíz de la muerte de una perra anterior, que le entristeció mucho. Al principio, queridos amigos, no quería quedarse conmigo, sin embargo, gracias a su hija adolescente que insistió, pude llegar a su vida. Entonces, fui enviado dentro de una caja desde la prefectura de Akita hasta la estación de Shibuya, fue un viaje horrible de dos días y, además, para colmo, lo hice en un vagón de equipajes... Mañana, si te parece bien, continuaré con mi historia... Quiero dar la bienvenida a Juan Ángel y a René que me han encontrado y ya están aquí con nosotros... Tú también puedes hacerlo, solo has de volar y venir conmigo... 4ª Cuando los sirvientes de mi amo me fueron a buscar a la estación y me retiraron de allí, creyeron que yo estaba muerto. Sin embargo, cuando llegamos a casa, mi nuevo dueño me dio un cuenco de leche templada y, al beberlo, me reanimé por completo y volví a la vida. Mi amo, enseguida, me puso en su regazo y notó que mis patitas delanteras estaban un poco desviadas, por ello, entonces, mirándome, decidió que mi nombre sería algo que hiciera alusión a aquel hecho, ya que el caracter de mi escritura para designar el número ocho, que es como se veían mis patas en aquel momento, es el de mi nombre, nombre que me ha hecho famoso, no solo aquí, sino también en el mundo entero... Pero mañana continuaré, ya que ahora voy a recibir a Ana Lucía que se acaba de sumar a la expedición... Por lo tanto, quedas tú, te espero en mi lugar de siempre... 5ª La hija de mi dueño abandonó nuestra casa al quedarse embarazada y tener que casarse, con ello, queridos viatores, se marchó a vivir a la casa paterna de su esposo, como se hacía en aquella época en mi país. Mi amo pensó en regalarme a la pareja, pero se había encariñado conmigo, pues yo lo amaba mucho. Por esa razón no pudo desprenderse de mí, y, así, pasé a ser su mejor compañero y amigo. Mas mañana, si te place, te seguiré contando mi relato... Ahora, después de todo esto que te he contado, espero que vengas a unirte a los demás... 6ª Continuando con mi historia, querido amigo viajero, puedo decirte que yo acompañaba a mi amo todos los días a la estación para despedirme de él cuando se iba al trabajo, pero al final del día volvía a ella para recibirlo. Esta rutina, pasó a formar parte de nuestra vida, todo esto, además, fue advertido por los comerciantes y transeúntes de la estación... Sin embargo, el 21 de mayo de 1925, mi amo sufrió una hemorragia cerebral mientras daba sus clases en la Universidad de Tokio, y, por desgracia, murió. Por la tarde, corrí a Buscarlo a la estación, como lo hacía todos los días, mas no volvió más, ni esa noche ni nunca... Estuve yendo a esperarlo allí durante nueve años que fue lo que duró mi existencia después... Y las personas que nos conocían fueron las que me alimentaron a lo largo de aquellos años... Fue duro, lo sé, pero lo hice por amor a mi amo, como fidelidad a nuestra amistad... Si te interesa mi cuento, mañana, que es el último día de este hermoso viaje, lo terminaré para ti y te diré mi nombre... Antes de que eso suceda, puedes venir a ver mi estatua en esta estación de trenes...

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